En la
tinta negriazul de mi noche oscura
dibujaronse
lunas moribundas
se
ufanaron luceros, estrellas vagabundas
hasta
helar las venas de mi figura
Ya no
penden fugaces viajeras
derramando
deseo en los sueños
pareciera
que las nubes pendencieras
cubrieron
imperceptibles los anhelos
No se
enjugarán ya las lágrimas
La
miel no tendrá sabor en los labios
flama
del olvido que falsea
en la
piel sin recuerdos escondidos
Será
como el fuego que ardió
en la
ceniza blanquecina que humea
en el
rojo encendido del adiós
oh, vacio reflejo que se queja…
Si de
adorar dependiera el brillo
sentiría
el universo temblar
al
pintar en los años cobrizos
la
expiración oscura de la vida
Para
que mas palabras, sin voz
Sin
miradas para que panorama
Para
que la madrugada sin calor
Sin
espera para que llegada.
Noviembre 11 de 2013
9:23 p.m
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