queriéndome robar el entero firmamento
dilatándose en el tiempo del amor
Cabalgué entre nubes en mi unicornio blanco
acariciando reflejos de auroras
mirando sus rayos atravesar mi mano
Un dios terrenal se posó en el radiante lomo
abrazando mis ensueños viro al azar
me perdí en el destino cayendo al vacío
También mi unicornio se perdió
su galope no volvió alejandose a la mirada
el silbar del viento en derroche se marchó
más la noche eterna no es,
mi esencia sutil regresó
sin buscar en el horizonte muerto
Amaneció sin titilar de luceros
la humeante alborada despertó los sueños
no existe unicornio ni dios agorero
El camino comienza, es nuevo
no hay dudas ni dolor
el canto por la vida es eterno.
mi esencia sutil regresó
sin buscar en el horizonte muerto
Amaneció sin titilar de luceros
la humeante alborada despertó los sueños
no existe unicornio ni dios agorero
El camino comienza, es nuevo
no hay dudas ni dolor
el canto por la vida es eterno.