Fue necesario bajar hasta la sombra
recorrer la niebla, la quebradiza roca
descender al frío del profundo pozo
donde yacen los fantasmas del olvido
Rasguñar las pesadillas del pasado
arrancarle a la tierra trozos para no caer
sostenerse en el vacío del fuego
caer tan lento como se pudiera par no morir
Floté sin medida ni tiempo
en un fuego, en un deshielo casi eterno
arrastré mis miedos, mis tormentos
escarbando en el velo del límite más gélido
Atravesé entonces las estancias de un paraíso
volando en los precipicios del destino
aquel que por mi propio albedrío bebí
saboreando el sabor de la vida
Alimenté los gusanos del intoxicado mundo
preparé en mis arterias elixir para la existencia
consagré en mi alma el vino de la sangre sagrada
y entonces fue el aire puro quien me hizo volar
Estoy en medio del universo
reconociendo dimensiones que me son precisas
que me pertenecen aunque el corazón mas humano me sangre
y entiendo que estoy viva, latiendo, existiendo...
No sé por cuanto tiempo, por cuantas vibraciones
destilando el veneno inoculado en mis delirios
para arrancarle a los caminos el dolor
Profundo, rogamos el velo que nos hunde, para salir a flote y paladear, vivir y sentir la dicha de la vida. Hermoso +Jeabelly Ballesteros. Te felicito y te admiro por la belleza de tu poesía. Un abrazo.
ResponderEliminarBella tu, que logras concatenar conmigo. No todas las almas se encuentran.
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