A ti hombre de encanto y virilidad
Varón que sembró su semilla
En el jardín de un horizonte
A ti que diseñaste un lucero
En el cielo de quien te regaló su destello
Infiltrada en el ardor de tu pecho
A ti consagrado amante
Que amó la piel sin medida
Y en ella pintó el óleo de una princesa
A ti que como pintor plasmaste
El vigor de la espiga
En los hijos que te regaló la vida
A ti padre que cantas
Que aniquilas el dolor y la injusticia
Que haces versos con la vida
A ti padre de los tiempos
De la historia sin premisas
Abrazo cada hijo que creaste
Porque en cada poema
Riegas tu cosecha de amor
Y fragor de los sueños te proclamas
Junio 17 de 2012
9:00 p.m.
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