Mi fuente seca muere en
ti
ausencia llena de tu
presencia
muerte desterrada de la
nada
que hace mis huesos
ceniza.
Epopeya de la mirada
perdida
prófugo grito de una
garganta
prosa escondida en la
palabra
recodo y sepultura de un
ayer.
Deshojo una a una las
hojas secas
rama viciada de
costumbres caídas
ahogos profundos en el
sollozo de mi risa
la perdida, la cautiva
en el fondo de mi
No puede ser más que lluvia
un rostro mojado por la
brisa
la que el viento trajo a
mi orilla
en remolino, huracán,
periplo